Si viajas a Perú debes dormir al menos una noche en esta ciudad. Después, seguramente explores el Valle del Colca. Ambas visitas son imprescindibles.
Nosotros llegamos a esta apacible ciudad en autobús nocturno desde Ica, y decidimos pasar dos noches en ella.
Arequipa se conoce también como la ciudad blanca. Según nos explicaron, esto se debe al color de la piedra utilizada en su construcción, y también a la gran cantidad de «blancos» que habitaron en ella en la época colonial.
Los viajeros con agenda apretada apenas dedican un día a explorar la ciudad. Nosotros le dedicamos dos y fueron realmente agradables.
QUÉ HACER EN AREQUIPA EN DOS DÍAS
Os muestro una pequeña lista de los para mí imprescindibles en Arequipa:
- Pasear por los bellos Claustros de la Compañía y entrar a sus boutiques de prendas de alpaca.
- Comer en una picantería.
- Visita guiada por el Monasterio Santa Catalina.
- Pasear por Yanahuara, fotografiando el volcán Misti desde su mirador.
- Tomar un refresco en algún local en las alturas de la Plaza de Armas.
- Pasear y tomar algún tentempié en el bullicioso Mercado de San Camilo.
- Unirse a un walking tour gratuito por la ciudad.
NUESTRA VISITA A AREQUIPA
DÍA 1
Llegamos por la mañana a la estación de autobuses. El viaje con Cruz del Sur ha ido bien, y el taxista acordado con el hotel nos espera. Al llegar a Las Terrazas, Lynda nos obsequia con un desayuno (el segundo del día, con el del bus). El hotel está muy bien situado, a corta distancia a pie a la Plaza de Armas y también a Yanahuara. Es limpio, de habitaciones amplias, económico y te hacen sentir como en casa.
Tras instalarnos y ducharnos, salimos a buscar una picantería donde nos recomiendan comer, La Capitana. El lugar está repleto y nos sientan con una pareja de ancianos que nos explican lo que comen. Nos sirven abundantes y deliciosos platos en un ambiente muy lugareño. Rocoto relleno, pastel de papa, chancho (cerdo), cuy… para beber, chicha morada, y de postre, el famoso helado de queso arequipeño. No sabrás qué elegir.
Después paseamos por el distrito de Yanahuara, llegando hasta su mirador. Allí paseamos entre puestos de artesanía con vistas al Misti, que de veras impresiona. Me compro un gorro, (hay que ir equipándose para las zonas altas), y caminamos hasta el centro.
Cansados, decidimos subir a una terraza en la Plaza de Armas, al igual que hicimos en Lima. Las plazas de Perú son muy especiales, y desde la altura se disfrutan aún más.
Volvemos al hotel. No necesitamos cenar más que un poco de fruta, la copiosa comida nos tendrá alimentados hasta el día siguiente.
DÍA 2
Tras un delicioso desayuno Lynda nos explica el tour por el Colca que nos ha gestionado eficazmente. Salimos rumbo hacia el Monasterio de Santa Catalina. La entrada cuesta 40 soles adultos y 20 niños, y un guía otros 20 soles. Es caro, pero no puedes irte de Arequipa sin visitarlo.
El complejo es una sucesión de calles, plazas, claustros y edificios en total armonía. En la visita te explican la vida que llevaban las monjas en la época, y yo al menos me alegré de haber nacido en el s.XX, lo del voto de silencio no va conmigo (entre otras cosas). Este plan requiere entre 1-3 horas, según lo que te detengas.
Al salir nos dirigimos al mercado de San Camilo. Allí donde vamos nos gusta pasear por mercados locales, y conocer así lo que compra la gente para llenar sus neveras. Al final terminamos probando unas empanadas, patatas… aunque va siendo hora de ir a comer.
Para comer elegimos el conocido Hatunpa, un local para guiris monotemático: patatas. El restaurante es muy agradable, con cuadros y manteles donde conocer las diferentes papas del Perú o cómo decir patata en diferentes idiomas.Los platos correctos, sin ser deliciosos.
Terminamos justo a tiempo para hacer el free walking tour de las 15h que sale desde Santa Catalina, 204. Aunque dura 3 horas, resulta de lo más ameno y participativo (incluso ganamos una consumición en un bar haber estado atentos y adivinar la pregunta final del guía).
Recomiendo hacer el Free Tour Downtown Arequipa nada más llegar a la ciudad. Edgar fue un guía excelente.
Finalizamos el día cenando en el centro comercial en la Sanguchería La Lucha. Esta franquicia la visitaremos más de una vez en nuestro viaje por Perú. Es una muy buena alternativa a las pizzas o hamburguesas, mucho más natural y sabroso.
El Colca nos espera, y dejamos Arequipa muy agradecidos, han sido dos días muy tranquilos pero inolvidables.
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