Hace un año y medio que descubrimos el Geocaching y ya hemos encontrado más de 200 tesoros.

¿Qué es Geocaching?

Es un juego tipo «en busca del tesoro»a nivel mundial. En tu barrio, por el monte, de viaje, esquiando… pasas cerca de cientos de tesoros sin percatarte.

Es una actividad que encantará a tus hijos o hijas, tengan la edad que tengan.

Para poder formar parte de la comunidad de Geocaching debes hacer dos cosas:

• Crearte una cuenta en www.geocaching.com
• Descargarte alguna de las app para móviles y enlazarla a esa cuenta. Yo utilizo la oficial (apta para Android o Apple, pero que sólo te permite ver algunos cachés o tesoros sin ser premium), y la gratuita (no disponible para Apple).

Al abrir cualquiera de las aplicaciones con tu GPS conectado, verás los tesoros o cachés que tienes cerca de ti. Si haces click en cualquiera de ellos podrás leer una explicación histórico-cultural de ese lugar, las pistas para llegar a él, comentarios de personas que ya lo han descubierto…

Cuando des con el caché, firmas en el libro de registro que contienen en su interior y lo registras como encontrado en la aplicación. Te saldrá una carita happy en el mapa.

Si indagas más en este juego descubrirás que hay distintos tipos de cachés, que hay objetos viajeros (rastreables) con una misión en la que les puedes ayudar, que puedes intercambiar pequeños juguetes…

Tambiés puedes crear tu propio caché en la zona donde vives. Eso sí, te tendrás que responsabilizar de su mantenimiento, repararlo si lo estropean, reponerlo si desaparece… Piensa que hay mucha gente que se acercará a él y es una faena que no esté o esté todo roto.

Pero ¿Qué es un caché?

Es un recipiente que contiene el logbook o libro de firmas. Su forma y tamaño puede ser muy diverso. Normalmente suelen ser pequeñas cajas, pero hemos encontrado cachés desde el tamaño de un sugus hasta tupper ware gigantes. Algunos eran casitas en un árbol o buzones reales. ¡Incluso hemos tenido que decir una contraseña en checo para que nos dieran uno de ellos!

Pueden estar escondidos entre piedras, los hay magnéticos, pegados a señales o mobiliario urbano, hay cachés disfrazados (recipientes con forma de planta, de tornillo…). También hemos visto obras de ingeniería a la hora de esconderlos: tirar de una cuerda, precisar de un destornillador para abrirlo… Nunca sabes lo que te vas a encontrar.

A nosotros Geocaching nos está llevando a descubrir nuevas rutas de montaña y a conocer pequeños pueblos o rincones de gran interés paisajístico o cultural. Cuando estamos haciendo turismo, Amets siempre dice, «Ama, mira a ver si hay geocaching por aquí». Y la verdad es que siempre solemos tener alguno cerca que nos lleva a hacer de detectives por un rato.

Eso sí, en lugares muy masificados hay que disimular para que los muggles (término utilizado para denominar a las personas ajenas a este juego) no descubran nuestro secreto.

Hemos hecho Geocaching en diferentes países. En Europa está muy extendido. En Asia encontramos menos, pero también hemos encontrado alguno en Bali o Singapur.

El Geocaching es la actividad ideal para viajeros y montañeros que se muevan con niños, aunque también se puede uno enganchar llegando a los 40, os lo digo yo.

¿Qué me decís? ¿Os animáis?¡Feliz Geocaching, familias!