Llegamos a este destino casi por casualidad, para completar nuestras vacaciones de verano tras la ruta en bici por el Danubio. La idea inicial era saltar a alguna isla mediterránea pero todo nos pareció demasiado caro y decidimos acercarnos a en tren desde Viena a este país y disfrutar de su naturaleza.
Nuestra ruta en Eslovenia de 10 días en coche de alquiler tiene cuatro campamentos base: LJUBLJANA, BLED, PIRAN y POSTOJNA.
CÓMO LLEGAR A ESLOVENIA
Lo más lógico sería volar a su capital, Ljubljana, pero seguramente encontréis vuelos más baratos a los países vecinos. Probad a volar a Venecia o Viena y de allí podréis coger un tren, autobús o coche de alquiler.
El país es conocido por sus lagos, cuevas y parque naturales. Nosotros además pasamos un par de noches en Piran para probar el pequeño trozo de costa eslovena. En general, nuestra impresión del viaje fue: demasiada gente y entradas demasiado caras a cuevas, cascadas... Es lo que tiene el verano europeo.
Aún y así, es un destino del que guardamos buenas fotos y experiencias, como los baños en lagos, rafting, cuevas inmensas...
Aquí van algunos recuerdos de las zonas visitadas.
1. LJUBLJANA
La capital eslovena es una coqueta y agradable ciudad llena de locales donde comer o beber, mercados, tiendas de artesanía... No hicimos mucho más que callejear por su bonito casco antiguo, pues hacía mucho calor y apenas estuvimos día y medio.
Pero si quieres sacarle jugo te aconsejo ir a la oficina de turismo y hacerte con la Ljubljana city card. Así, podrás ver el castillo, dar un paseo en barco por el río que divide la ciudad, degustar cerveza, visitar algún museo, utilizar el transporte público... sin preocuparte de pagar tantas entradas.
El dragón, símbolo de la ciudad, y el puente triple (cruzarás un montón de ellos).
¿Quieres alojarte en un lugar único? En el Hostel Celica Art las habitaciones son las antiguas celdas de la prisión que albergaba este edificio. Está renovado en 2018, su ubicación es muy buena y dispone de muchos servicios. Una buena opción, aunque no es muy barato. A mi peque le encantó dormir en las alturas.
2. BLED Y ALREDEDORES
La localidad, aledaña al Parque Nacional de Triglav, es un buen lugar donde pasar unos días.
Hay multitud de excursiones en la zona, te cuento lo que hicimos nosotros
3. CUEVAS SKOCJAN
Camino a Piran nos acercamos a la abarrotada taquilla de estas famosas cuevas. El día es lluvioso y meterse a cubierto parece una buena opción. Pagamos los 50 euros que nos piden (20 euros los adultos, 10 los niños), un poco escépticos. Tras los últimos viajes por Asia habíamos olvidado lo caro que era viajar por Europa.
Después de casi una hora de espera seguimos a nuestro grupo de unas 50 personas, y una vez dentro quedamos maravillados. Nunca habíamos visto una cueva tan espectacular (soy algo claustrofóbica, pero esta cueva es inmensa, no da da sensación de estar cerrado). ¡Hasta tiene un río dentro! Hay unas pasarelas con muchas escaleras, y el último tramo es exterior, vas caminando por un pequeño cañón donde se puede ver una cascada y todo. Hay opción de pagar una entrada algo más cara (ya puestos...) y alargar un poco la vuelta viendo más cascadas. No lo hicimos porque llovía, ya bastante nos mojamos de vuelta al coche.
La guía nos explicó la historia de la cueva, y comentó que están preparando un tramo donde se podrá acceder a otras cámaras haciendo una especie de vía ferrata. El plan suena bastante chulo, ¿no?
Si os toca comer a vuestro paso por Scocjanske Jame, acercaros al Homestead Vrbin. Buscamos restaurante mirando Tripadvisor y fue un descubrimiento este negocio familiar de comida casera.
4. PIRAN
Tras más de 10 días de bicicleta, ciudades y lagos, por fin llegamos a la minúscula costa eslovena. 45 apretujados kms entre Italia y Croacia donde poder bañarse en el Adriático sin salir del país. Nosotros elegimos alojarnos en Piran, y la verdad que nos gustó mucho.
Sus coquetas plazas de estilo veneciano y angostos callejones te llevan una y otra vez al mar, pues está situada en una pequeña península.
No se puede aparcar dentro de ella, tendrás que descargar pagando un ticket de 15 minutos y dejar tu coche en un parking (Fornace o Arce, los más asequibles para varios días. El primero tiene shuttle gratuito al centro y el segundo -nuestro elegido- es accesible a pie).
¿QUÉ HACER EN PIRAN?
Pasear, comer pescado, bañarse en sus pasarelas del puerto (lado sur) o entre las rocas (lado norte), disfrutar de la impresionante vista desde sus murallas, visitar la vecina Izola... Relax, estás de vacaciones...
5. POSTOJNA
Nuestro último destino esloveno es Postojna. Tenemos dos noches en una cabañita del Camping Pivka Jama. A Amets le encanta el alojamiento, entre pinos, con piscina, pistas deportivas... aunque está un poco dejado, las cabañas son agradables y tiene muy buen precio. Incluso hay una cueva dentro del recinto que se puede visitar, uniéndose a una visita diaria de pago.
La zona es conocida por las visitas al castillo de Predjama (incrustado en la roca) y la famosa cueva de Postojna, (que se visita en un tren).
Cuando llegamos a la oficina de turismo de la localidad y vimos los precios de ambas visitas, decidimos no hacer ninguna de ellas.
Seguramente las cuevas merezcan los 25 euros que pagas por persona. Pero tras haber visitado las de Skocjan ya no nos apeteció el rollo de hacer colas y desembolsar 70 euros para un par de horas. Quizá en otra ocasión lo hagamos.
Dedicamos las jornadas a visitar las menos conocidas Krizna Jama, unas cuevas que están a 8º todo el año y en su interior albergan varios lagos navegables. La visita estándar, que vale 12 y 7 euros la infantil, no es nada del otro mundo. Tras ponerte las botas, y linternas en mano, navegas 5 minutillos en un bote hinchable casi a oscuras. Quizá si vas con niñ@s muy pequeñ@s puede gustarles la visita. Pero si quieres disfrutar de una auténtica aventura, reserva con meses de antelación la excursión de 3-4 horas, que te lleva de lago en lago a zonas muy profundas de la cueva. Por lo que he leído, te sentirás como un auténtico espeleólogo.
También nos acercamos a fotografiar el bello castillo de Predjama. Para visitarlo sin filas y problemas de aparcamiento, es mejor ir a primera hora. Aunque no vayas a entrar, pasear por sus alrededores es una buena opción.
Esto es más o menos lo que pudimos visitar en nuestros 10 días en Eslovenia, aunque sabemos que el país tiene mucho más que ver.
¡Reserva ya tus vuelos!
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